La proteína de arveja: el aliado vegano para una vida activa y enérgica
En los últimos años, la proteína de arveja ha ganado terreno en la industria alimentaria debido a sus beneficios para la salud y su alto contenido proteico. Según los datos de GNPD Mintel (Base de datos global de nuevos productos), la producción de alimentos con proteína de arveja aumentó un 4% entre 2020 y 2022. Este incremento se debe a las alternativas alimentarias que promueven la ética, la salud y la sostenibilidad, las cuales son cada vez más populares entre los consumidores interesados en alimentos de origen vegetal.
Es importante destacar que existen diversas opciones de proteínas vegetales. Sin embargo, según FMCG Gurus (una empresa de investigación de mercado), el 45% de las personas que consumen snacks proteicos están preocupadas por el sabor residual que dejan algunas proteínas, y el 37% se preocupa por la textura de este tipo de alimentos. Las principales preocupaciones también se encuentran relacionadas con la calidad y la procedencia de la proteína. Es por ello que la proteína de arveja ha ganado aceptación, debido a que muchas empresas han trabajado para que el sabor residual de la proteína sea mucho más suave y agradable para el consumidor. Presenta también numerosos beneficios para la salud, entre los que se destacan la reducción de la presión arterial, del colesterol y de las enfermedades cardiovasculares, así como la mejora del sistema inmunológico.
La proteína de arveja también ofrece otras ventajas, como su estabilidad a altas temperaturas y su ausencia de alérgenos, logrando que sea muy dinámica al momento de utilizarla en alimentos. El tema de alérgenos es un punto especialmente relevante, ya que los consumidores buscan cada vez más productos alimentarios que no contengan sustancias que puedan provocar una reacción alérgica, como es el caso de la proteína de soya, la cual debe ser declarada obligatoriamente según la Normativa 1169/2011.