La lecitina de girasol: el emulsionante ecológico que está revolucionando la industria alimentaria.
En los últimos años, la preocupación por parte de los consumidores por entender y conocer los ingredientes que se encuentran en los productos que se consumen a diario ha llevado a las empresas de alimentos a generar etiquetas más limpias o también conocidas como “clean label”, las cuales tienen como objetivo ofrecer información sencilla y fácil de entender.
El tema de alérgenos ha sido siempre de gran importancia en el etiquetado de los productos alimenticios, debido al peligro que puede correr la salud de los consumidores si estos llegasen a ingerir alimentos con ingredientes perjudiciales para su salud, por lo que la declaración de alérgenos se volvió obligatorio desde el 2014 según la Ley de información Alimentaria (Alérgenos), Normativa 1169/2011. Según Pilarica (Proveedor de insumos y aditivos para la industria alimentaria) muchas empresas como Nestlé, Ferrero, Lindt, General Mills, Unilever, etc han optado por utilizar con mayor regularidad etiquetas limpias a fin de posicionar mejor su producto en perchas. Entre los ingredientes a destacar se encuentra la lecitina de girasol. Si bien existe en el mundo diversas compañías que han desarrollado productos con lectina de soya como un agente emulsificante; en los últimos años, la lecitina de girasol ha tomado mayor fuerza debido a varias ventajas entre las que se puede destacar dos muy importantes: No existen semillas de girasol modificadas genéticamente, por lo que el uso de lecitina de girasol en alimentos permite etiquetarlos como “No GMO”. La segunda ventaja es que la lecitina de girasol es hipoalergénica, por lo que no tendrá que ser declarada dentro de alérgenos. Estas dos ventajas han permitido posicionar a la lecitina de girasol como un emulsionante bastante requerido en los últimos años.