Info Codan 170: Datos de los Mercados Mundiales

De acuerdo a la OMS (Organización Mundial de la Salud) cinco mil millones de personas en todo el mundo siguen sin protección contra las grasas trans, lo que aumenta su riesgo de enfermedad cardíaca y muerte. Ya en el 2018, la OMS solicitó a las industrias de alimentos la eliminación de las grasas trans, a través de políticas de mejores prácticas en la fabricación de alimentos.

Al presente, 9 de los 16 países con la proporción estimada más alta de muertes por enfermedades coronarias causadas por el consumo de grasas trans no cuentan con una política de mejores prácticas. Son Australia, Azerbaiyán, Bután, Ecuador, Egipto, Irán (República Islámica del), Nepal, Pakistán y República de Corea.

Las grasas trans producidas industrialmente se encuentran comúnmente en alimentos envasados, productos horneados, aceites de cocina y productos para untar. Las grasas trans son creadas por los fabricantes de alimentos cuando convierten aceites líquidos en grasas sólidas, como manteca o margarina. Las grasas trans están presentes en muchos alimentos fritos, “rápidos”, empacados o procesados, por ejemplo: empanizados frituras, manteca y margarina en barra, pasteles, mezcla para pasteles y masa para tortas, entre otros.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, menciona que “Las grasas trans no tienen ningún beneficio conocido y presentan enormes riesgos para la salud que generan enormes costos para los sistemas de salud, sin embargo, el eliminar las grasas trans resulta rentable y tiene enormes beneficios para la salud”.

Por tanto, las industrias de las grasas, los aceites y los alimentos deben comprometerse a:

Los países desarrollados han avanzado ampliamente en la sustitución de grasas trans en los alimentos procesados por unas más sanas, sin embargo, todavía existe un enorme camino que recorrer para afianzar acciones efectivas en los países de ingresos bajos y medios.