La rápida urbanización y los estilos de vida agitados han contribuido a la preferencia de alimentos procesados en el mercado. Los alimentos procesados y ultraprocesados suelen ser convenientes, listos para consumir y fáciles de almacenar, lo que se ajusta a las demandas de una sociedad moderna y acelerada. Estos productos a menudo contienen ingredientes que prolongan su vida útil, permitiendo su distribución a larga distancia y su disponibilidad fuera de la temporada de cosecha de ingredientes frescos.
Es por esta razón que de acuerdo a MarketsandMarkets (Destacada organización de investigación y consultoría con sede en India), en el año 2022, el sector de alimentos procesados experimentó una valoración significativa, alcanzando la cifra de $1991.3 mil millones. Se proyecta que este mercado exhibirá un crecimiento continuo, anticipándose a una valoración aún más destacada para el año 2027, estimada en $2577.9 mil millones. En otras palabras, se prevé una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5.3% durante este período.
Este crecimiento se debe a diversos factores, entre los cuales se puede destacar:
- Las empresas están experimentando un notable crecimiento y forjando alianzas estratégicas, generando así nuevas oportunidades comerciales para diversos actores en este dinámico mercado.
- La supremacía de América del Norte en el sector de alimentos procesados y ultraprocesados se consolida aún más con la creciente popularidad de los alimentos «Ready to eat» (listos para comer).
- El mercado de alimentos procesados está experimentando un desarrollo acelerado en la región de Asia Pacífico, marcando un avance significativo en términos de crecimiento y demanda.
En resumen, el crecimiento extraordinario de los alimentos procesados y ultraprocesados no solo representa una transformación en la elección de alimentos, sino que también implica un cambio estructural más amplio en la forma en que concebimos, producimos y consumimos alimentos en la era contemporánea. Este fenómeno dinámico continuará siendo moldeado por una confluencia compleja de factores económicos, sociales y tecnológicos.