En un mundo donde los consumidores exigen productos alimentarios más saludables y sostenibles, la carragenina, un aditivo natural extraído de las algas rojas, ha encontrado su lugar en los anaqueles de casi todos los supermercados. Sin embargo, más allá de sus beneficios para la textura y estabilidad de los alimentos, la carragenina es protagonista de un fenómeno económico en pleno auge. Pero, ¿qué nos dicen los datos de mercado sobre su futuro? Analizar las cifras revela un panorama optimista para los próximos años, con proyecciones de crecimiento que superan las expectativas.
Según el análisis de Mordor Intelligence, empresa hindú especializada en estudio de mercado, se proyecta que el mercado global de la carragenina crecerá a una tasa anual compuesta (CAGR) del 6,5 % entre 2024 y 2029. Este notable crecimiento refleja el papel indispensable que ha adquirido en la industria alimentaria, donde su versatilidad la ha convertido en uno de los hidrocoloides más demandados a nivel global. Desde yogures y quesos, hasta bebidas vegetales, carnes procesadas y salsas, la carragenina se encuentra en una amplia variedad de productos, mejorando texturas y prolongando la vida útil.
Pero su impacto no se limita a los alimentos. En cosmética y farmacéutica, la carragenina también ha demostrado ser un ingrediente esencial, proporcionando estabilidad y consistencia en cremas, lociones y medicamentos. Este auge de los hidrocoloides, con la carragenina a la cabeza, responde tanto a la creciente demanda de soluciones naturales como a la necesidad de innovar en un mercado que no deja de evolucionar.
El epicentro de este crecimiento se encuentra en la región de Asia-Pacífico, impulsado por su abundante producción de algas rojas, especialmente en países como Filipinas, China e India, siendo China la que juega un papel central en este liderazgo, impulsado por un mayor consumo de carragenina en productos como carnes procesadas, jaleas y otros alimentos.
No obstante, el dominio de Asia-Pacífico no eclipsa el progreso en otras regiones. En 2022, América del Norte registró una participación considerable en los ingresos del mercado global. Según la FAO, EE. UU. se posicionó como uno de los 10 principales exportadores de hidrocoloides derivados de algas en 2019, representando el 4,82 % de las exportaciones globales de estos productos.
En paralelo, el mercado en América Central y del Sur, liderado por Brasil, también muestra un crecimiento notable, impulsado por la expansión de las industrias de uso final. Según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), se proyectó que el sector minorista de alimentos en Brasil crecería un 4,5 % en 2021, lo que ha favorecido el crecimiento del sector alimentario y, con ello, la demanda de carragenina.
En conclusión, la carragenina con su capacidad para adaptarse a diversas aplicaciones la posiciona como un recurso estratégico clave para mantener la competitividad en sectores en constante transformación.